viernes, 12 de abril de 2013

Es hora de emprender... personalmente


Un periodo de crisis como el que vivimos, supone el momento ideal para pensar qué hemos hecho mal y por qué. A menudo esperamos a la vuelta de las vacaciones o a primero de año para cargarnos de nuevos propósitos, cayendo éstos al poco en saco roto. Una etapa como la que estamos atravesando, debe verse como el trampolín adecuado  para reinventarse y reciclarse (tanto en lo personal como en lo profesional) dejando a un lado el acomodo y bienestar ocasionado por los tiempos de bonanzas. Es hora de marcar en nuestra mente el punto de inflexión, volver la vista atrás y no quedarnos únicamente con aquellas ideas, proyectos o cosas que funcionaron en el pasado, sino tomar nota también de aquellas otras que erróneamente nos han conducido a la situación actual (económica, social y personal).
 
El tiempo pasa y la sociedad camina como pollo sin cabeza en busca de un nuevo mesías que le marque el camino y al que jamás encontrará si no mira en su interior. Es hora de emprender, no desde el punto de vista profesional sino del personal, estableciéndonos objetivos a corto plazo que nos motiven a continuar. Imaginemos un país como España con 46 millones de emprendedores o una empresa privada en la que cada empleado emprende de manera autónoma, sin asumir mayor carga de trabajo, con el único propósito de conseguir los objetivos marcados previamente por él mismo. Dicho cambio de actitud no requiere de ningún movimiento social, partido político o ideología concreta para llevarlo a cabo, tan sólo de intentar hacer lo que nos toque en ese momento lo mejor posible, sin miedo al fracaso. Pensemos que cuando nos equivocamos, estamos ante una nueva oportunidad para mejorar y por tanto, de crecer a nivel personal; por ello, marquemos el punto de inflexión y emprendamos.
 


En una sociedad global como en la que vivimos, las personas no somos más que meras notas de una partitura que conforman una melodía, la cual podrá gustarnos en mayor o menor medida, pero que al final dependerá de cómo éstas estén dispuestas.
 
Como escribió Antonio Machado en uno de sus versos: caminante, no hay camino, se hace camino al andar.

jueves, 11 de abril de 2013

¿Como sería el mundo sin... Nikola Tesla?


Nikola Tesla, padre de los ingenieros eléctricos, podría decirse que fue un hombre que vivió entre destellos de luz. Obsesionado con aprovechar los recursos naturales para la obtención de energía, podríamos catalogarlo como uno de los impulsores de la ingeniería sostenible (tan de moda hoy) y un adelantado a su tiempo.

Según se cuenta Tesla no hacía planos, todo proyecto era engendrado en su cabeza, lugar en el cual podía visualizar y modificar lo que se le antojase sin necesidad de pasar por el laboratorio, para posteriormente plasmarlo todo ello en un prototipo que, por lo general, llegaba a funcionar a la primera.

Pero, ¿cómo sería el mundo sin Nikola Tesla? seguramente distinto al actual, ya que éste ingeniero de origen serbio no sólo fue capaz de ser el pionero en el desarrollo de la corriente alterna, sino que gracias a él podemos hacer uso de la radio, la televisión o disponer de una máquina de rayos X cuando acudimos al médico, entre otros, ya que se conoce que Tesla fue capaz de llevar a cabo más de 800 inventos si bien, actualmente gran cantidad de éstos no han podido ponerse en práctica. El desarrollo de la corriente alterna le llevó al enfrentamiento con Thomas Edison, padre de la corriente continua, en la conocida como Guerra de las Corrientes y en la que el paso del tiempo lo ha postulado a Tesla como justo vencedor. Mientras Edison era capaz de alumbrar únicamente un barrio, el inventor serbio era capaz de alumbrar una ciudad entera con un solo generador. En cambio su historia con Marconi fue bien distinta, el ingeniero italiano ganó el Nobel de Física en 1909 gracias a la “invención” de la radio, hallazgo que quince años antes había llevado a cabo Nikola y que no fue hasta la década de los sesenta cuando, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos, resolvió favorablemente hacia el serbio (lamentablemente tarde, pues para entonces Tesla había fallecido en la más absoluta pobreza).
 
 

Las inquietudes de Tesla no quedaron en todo lo leído hasta ahora e intentó lo más complicado, la transmisión de energía inalámbrica a nivel mundial. Para ello se llegó a construir la famosa Wardenclyffe Tower o Antena Tesla, la cual permitiría distribuir la energía eléctrica como si de una gran antena “wifi” se tratase, quizás un proyecto demasiado ambicioso, o no.

 
 
Nikola Tesla fue en la ingeniería, lo que Vincent Van Goth en el arte: un genial artista obligado a vender algunas sus obras para poder sobrevivir y trabajar en las que estaban por venir. ¿Nos deparará el futuro un nuevo Tesla?, o ¿habrá sido éste un adelantado incluso a nuestro tiempo?.

Como en cierta ocasión dijo Tesla: el presente es de ellos, pero el futuro por el que he trabajado será mío.

miércoles, 10 de abril de 2013

Ideas, sólo eso.


Hace ya unos 500.000 años, hubo un hecho que cambió el devenir de la historia: el descubrimiento del fuego. Su hallazgo y el posterior dominio de éste, según paleontólogos, permitió un cambio en la forma de vida de la humanidad e hizo posible la migración desde África a Europa, pues los entonces moradores, ya no dependían de causas naturales para la obtención de éste. Algo tan simple como la fricción de dos piedras, supuso el primer eslabón en la, larga y poco sostenible (para algunos), cadena del progreso humano.

Desde entonces hasta hoy, cientos de razonamientos que actualmente parecen sencillos y obvios, han permitido la construcción de un mundo hecho a imagen y semejanza nuestra; pero es más, desde mañana hasta la extinción de éste, puedo garantizaros que serán muchas e inimaginables ideas (a día de hoy) las que cambiarán el rumbo y el concepto del mundo en que vivimos, permitiendo a las generaciones venideras emitir un juicio de ellos mismos tal y como lo hacemos hoy de nosotros mismos.

¿Que nos deparará el futuro?... ideas, sólo eso. La gran mayoría no llegarán a plasmarse, otras tardarán otros cientos de años en hacerlo (sino que le pregunten a Leonardo) y sólo unas pocas serán rápidamente puestas sobre el papel y llevadas a cabo.

Como dijo Mark Twain: un hombre con una idea nueva, es un loco hasta que la idea triunfa.