Nikola Tesla, padre de los
ingenieros eléctricos, podría decirse que fue un hombre que vivió entre
destellos de luz. Obsesionado con aprovechar los recursos naturales para la
obtención de energía, podríamos catalogarlo como uno de los impulsores de la
ingeniería sostenible (tan de moda hoy) y un adelantado a su tiempo.
Según se cuenta Tesla no hacía
planos, todo proyecto era engendrado en su cabeza, lugar en el cual podía
visualizar y modificar lo que se le antojase sin necesidad de pasar por el
laboratorio, para posteriormente plasmarlo todo ello en un prototipo que, por
lo general, llegaba a funcionar a la primera.
Pero, ¿cómo sería el mundo sin
Nikola Tesla? seguramente distinto al actual, ya que éste ingeniero de origen
serbio no sólo fue capaz de ser el pionero en el desarrollo de la corriente
alterna, sino que gracias a él podemos hacer uso de la radio, la televisión o
disponer de una máquina de rayos X cuando acudimos al médico, entre otros, ya
que se conoce que Tesla fue capaz de llevar a cabo más de 800 inventos si bien,
actualmente gran cantidad de éstos no han podido ponerse en práctica. El
desarrollo de la corriente alterna le llevó al enfrentamiento con Thomas Edison,
padre de la corriente continua, en la conocida como Guerra de las Corrientes y en
la que el paso del tiempo lo ha postulado a Tesla como justo vencedor. Mientras
Edison era capaz de alumbrar únicamente un barrio, el inventor serbio era capaz
de alumbrar una ciudad entera con un solo generador. En cambio su historia con
Marconi fue bien distinta, el ingeniero italiano ganó el Nobel de Física en
1909 gracias a la “invención” de la radio, hallazgo que quince años antes había
llevado a cabo Nikola y que no fue hasta la década de los sesenta cuando, el
Tribunal Supremo de los Estados Unidos, resolvió favorablemente hacia el serbio
(lamentablemente tarde, pues para entonces Tesla había fallecido en la más absoluta
pobreza).
Las inquietudes de Tesla no
quedaron en todo lo leído hasta ahora e intentó lo más complicado, la transmisión
de energía inalámbrica a nivel mundial. Para ello se llegó a construir la
famosa Wardenclyffe Tower o Antena Tesla, la cual permitiría distribuir la
energía eléctrica como si de una gran antena “wifi” se tratase, quizás un
proyecto demasiado ambicioso, o no.
Nikola Tesla fue en la ingeniería,
lo que Vincent Van Goth en el arte: un genial artista obligado a vender algunas
sus obras para poder sobrevivir y trabajar en las que estaban por venir. ¿Nos
deparará el futuro un nuevo Tesla?, o ¿habrá sido éste un adelantado incluso a
nuestro tiempo?.
Como en cierta ocasión dijo
Tesla: el presente es de ellos, pero el futuro por el que he trabajado será
mío.
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